- 19 marzo, 2025
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“Adelita”, disputa millonaria entre los Jiménez Álvarez

Redacción/Columnaocho
Tijuana.- Un pleito entre familiares por el control de la administración de “Adelita” Bar, considerado uno de los “giros negros” más exitosos de Tijuana en los últimos 63 años, presuntamente cerró sus puertas, situación que ha generado pérdidas millonarias, mientras que otras versiones apuntan a un cambio de nombre y su próxima reapertura.
Mientras que, por un lado, Juvenal Jiménez Loza y sus hijos Damián y Aschley Jiménez Álvarez mantienen una disputa legal con sus familiares de nombre Ricardo y Gerardo Álvarez, la Fiscalía General de la República (FGR) aseguró el inmueble localizado sobre la calle Coahuila en Tijuana.
Previo al anuncio del cierre de “Adelita” el pasado 7 de marzo, Juvenal Jiménez envió una carta a Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta de México, en donde expone tráfico de influencias y corrupción en defensa de su patrimonio, sin pasar por alto que Servando Díaz López “El Guante”, hombre de confianza del empresario está internado en un centro penitenciario, presuntamente por trata de personas.
Por medio de Javier Fuentes, conocido como el “Lic Fuentes”, gestor de giros negros en Tijuana y amigo personal del citado personaje, fue contratado para explotar una red informativa para cuestionar el actuar de las autoridades judiciales, incluso pagaron pauta disfrazada en diferentes plataformas de redes sociales.
En un comunicado difundido en las redes sociales del establecimiento denunciaron: “Les informa del cierre de actividades llevadas por dicha empresa, esto derivado de la extorsión y acoso por parte de personas y negocios de competidores del mismo giro, las cuales, en contubernio con autoridades corruptas, con acusaciones falsas y siembra de delitos”, refiere parte del texto.
Los empresarios Juvenal, Damián y Aschley durante el paso de los años diversificaron su patrimonio, que va desde inmobiliarias, constructoras, hoteles, gasolineras y un sinnúmero de negocios en Tijuana, Ciudad de México, Aguascalientes, Jalisco y Quintana Roo.
En contraparte, Gerardo y Ricardo fueron notificados en noviembre de 2024 por un Magistrado del Poder Judicial de la Federación para que entregaran el inmueble a la empresa que opera “Adelita”, considerado uno de los prostíbulos más prósperos y grandes del noroeste de México.
Actualmente sigue asegurado por la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), mientras que la disputa entre la familia Jiménez Álvarez va más allá de los tribunales.
El duelo de poder entre Juvenal y sus hijos contra Gerardo y Ricardo sigue vigente. Ambos presumen de relaciones con políticos, jueces y altas esferas de Morena.
El dinero acumulado por la explotación sexual de mujeres provenientes de diversos estados de México, centro y Sudamérica pesó en una familia que actualmente se consume a billetazos” con tal de demostrar su poderío.
¿Será el final de Adelita?, o simplemente habrá cambio de nombre.. Tiempo al tiempo.